La MigraVía Coco-Galápagos: Una ruta para la vida

Mica Stacey

Durante 20 días, un extraordinario equipo de expedicionarios se dispuso a marcar tiburones a lo largo de la MigraVía Coco-Galápagos, todo por intentar proteger a las especies marinas de diferentes presiones antropogénicas. Para una de las participantes de esta expedición, quien fue la ganadora de una beca de mentoría creativa, esta travesía representó una experiencia inolvidable y una total renovación de esperanza.

Mica Stacey

Si nunca has tomado un afilado cuchillo para cortar carnada congelada como parte del proceso de recolección de evidencia sobre las migraciones de tiburones, ¡pues déjame contarte que es un hedor terrible!

Pero ver salir del océano a un poderoso tiburón tigre o a un críticamente amenazado tiburón zorro, para ser puestos al cuidado de diligentes científicos para ser medidos, etiquetados y rastreados en nombre de la conservación, hace que cualquier hedor valga totalmente la pena. Estos tiburones marcados podrían ser la clave para asegurar una mayor protección de la vida marina contra de la pesca industrial, la contaminación y otras presiones humanas, y de alguna manera yo tuve la suerte de ser parte de esta misión.

Etiquetar tiburones a lo largo de la MigraVía Coco-Galápagos podría ser la clave para garantizar una mayor protección de especies marinas contra la pesca industrial, la contaminación y otras presiones humanas · Mica Stacey

El 3 de mayo de 2021, un equipo de 13 expedicionarios y 8 tripulantes de 6 países diferentes zarpamos del puerto de Quepos en Costa Rica. Durante los siguientes 20 días estaríamos en el mar con un claro objetivo: recopilar datos científicos valiosos en el importante corredor submarino formado por montes submarinos que conectan la Isla del Coco en Costa Rica con las Islas Galápagos en Ecuador, en busca de instar la protección de esta área.

Este corredor se llama la MigraVía Coco-Galápagos y es el hábitat de innumerables especies migratorias altamente amenazadas, desde tiburones martillo y ballena, hasta tortugas laúd, delfines y aves marinas.

Se considera un ecosistema crítico en el paisaje marino del Océano Pacífico Tropical Oriental, una vasta región oceánica de América Central y del Sur.

La MigraVía Coco-Galápagos es el hábitat de innumerables especies migratorias, desde tortugas marinas hasta tiburones y aves marinas · Mica Stacey
Las rayas moteadas son parte de la increíble biodiversidad de la Isla del Coco · Mica Stacey
Los tiburones punta blanca de arrecife son fácilmente identificables por su característica homónima · Mica Stacey
La Isla del Coco y las Galápagos son parte del Paisaje Marino del Océano Pacífico Tropical Oriental, una región que atrae una enorme agregación de vida · Mica Stacey
El tiburón martillo en peligro de extinción, emblemático del Paisaje Marino del Océano Pacífico Tropical Oriental, es una de las varias especies de tiburones a menudo atrapada por los pescadores industriales para la elaboración de sopa de aleta de tiburón · Mica Stacey

Aunque la expedición partió el 3 de mayo, mi viaje comenzó un mes antes, cuando recibí una sorpresa inesperada en mi ciudad natal de Quito, la capital ecuatoriana: era la ganadora de una beca de mentoría creativa de Only One y MigraMar, dos de las más de 20 organizaciones que se unieron para hacer realidad esta expedición científica. A pesar de haber puesto muchísimo esfuerzo al hacer mi aplicación, nunca pensé que sería elegida. Esto significaba que iba a ser miembro del equipo de comunicación encargado de documentar todo el progreso científico realizado en el barco y en el agua, mientras aprendía de la experiencia de algunos de los biólogos marinos que más había admirado a lo largo de mis estudios.

Como bióloga y fotógrafa submarina con un profundo amor por el océano y su vida silvestre, no podía esperar a participar en este gran esfuerzo para proteger y conservar esta importante región del Pacífico Tropical Oriental.

Después de un mes de reuniones digitales preliminares, trámites de visa y muchas otras preparaciones, finalmente partí hacia Costa Rica. Esa primera mañana, emprendimos un viaje de 36 horas desde Quepos a la Isla del Coco a bordo del barco Sharkwater. Increíblemente, el Sharkwater solía ser un barco pesquero japonés, que ahora ha sido modificado para cumplir con un nuevo propósito: albergar proyectos de investigación marina y conservación de tiburones.

El equipo visitó 8 sitios y montes submarinos a lo largo de la MigraVía Coco-Galápagos

Desde el momento en que llegamos, todo el equipo entró en acción. Visitamos ocho sitios y montes submarinos a lo largo de la MigraVía Coco-Galápagos, donde estudiamos la diversidad, la abundancia, el uso del hábitat y el ADN ambiental para comprender mejor el comportamiento temporal y espacial de especies altamente migratorias. Utilizamos técnicas como BRUVS (Sistema Remoto de Video Submarino con Cebo), observación de vida silvestre y, como mencioné anteriormente, marcaje de tiburones.

El marcaje es completamente seguro cuando se hace correctamente, esto permite a los científicos comprender mejor los movimientos migratorios de los tiburones; 10 tiburones fueron marcados durante el viaje · Mica Stacey
Los tiburones necesitan un flujo constante de agua a través de sus branquias para poder respirar, es por eso que se coloca una manguera de agua en su boca para permitirles una respiración normal durante el proceso de marcaje · Mica Stacey
La información obtenida de las marcas satelitales proporcionará evidencia sobre los movimientos migratorios de los tiburones, las rutas que están utilizando y cuánto tiempo permanecen en cada sitio. Esto ayudará a demostrar la urgencia de crear un corredor marino protegido para garantizar la supervivencia de las especies que migran entre ambos sitios · Mica Stacey
Los BRUVs son estructuras de aluminio con 3 cámaras y una cánula, la cual es un dispositivo similar a una cesta que contiene cebo para atraer a los depredadores marinos. Las cámaras filman todo bajo el agua a 360 grados, y los cientos de horas de video se analizan fotograma a fotograma para dar a los científicos una visión de lo que está sucediendo bajo la superficie · Mica Stacey
Cortar cebo para atraer a los tiburones era una tarea cotidiana muy apestosa, pero saber que esto ayudaría con los esfuerzos de conservación hizo que todo valiera la pena · Luis Javier Sandoval
Uno de los videógrafos se sumerge con su cámara submarina para capturar imágenes asombrosas. Su trabajo ayuda a comunicar el trabajo de la expedición y a mostrar el maravilloso mundo submarino que nos rodea · Mica Stacey
Una joven bióloga recién graduada recolecta y filtra muestras de agua para analizar y caracterizar el ADN ambiental. Esta técnica ayudará a determinar la diversidad oculta dentro de cada sitio que visitamos · Mica Stacey

¡Estudiar la vida silvestre en el océano no es fácil y a menudo está lejos de ser glamuroso! El marcaje de tiburones también puede ser emocionalmente intenso: cada momento de marcaje consistía en 10 minutos de adrenalina pura.

Los pescadores expertos de nuestra tripulación tenían que luchar tanto con la corriente como con la fuerza del tiburón para sacar a la criatura del agua sin causarle daño alguno. Una vez que el tiburón estaba a bordo, se necesitaban entre cuatro y cinco personas para sujetar cuidadosa pero firmemente las aletas, cola y el cuerpo del tiburón para inmovilizar al animal y ponerle una manguera de agua en su boca que le permitiese seguir respirando normalmente. Una vez a bordo, los científicos tomaban datos importantes como el tamaño corporal y la determinación sexual, y se sujetaba una marca satelital a la aleta dorsal del tiburón. El marcaje es completamente seguro cuando se hace correctamente y permite a los científicos aprender más sobre los movimientos migratorios de los tiburones; datos como este luego pueden ser utilizados para ayudar a asegurar su protección.

Todos los días el equipo entregó toda su paciencia, fuerza y pasión en cada una de nuestras actividades. Y aunque había ocasiones en que todo el mundo estaba agotado, las sonrisas y risas nunca faltaron. Estábamos haciendo lo que amábamos.

Aunque el trabajo fue agotador, las risas y sonrisas de la tripulación nunca faltaron · Juan Bonilla

Por suerte para nosotros, como parte del arduo trabajo, pudimos explorar las maravillas submarinas que son parte de la MigraVía. Tuvimos el privilegio de bucear en dos sitios considerados como las joyas de la corona del buceo y son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: la Isla del Coco y el Arco de Darwin. Las aguas que rodean ambas islas son conocidas por su extraordinaria riqueza biológica. Durante las inmersiones, quedé encantada por las docenas de tiburones punta blanca, punta negra y martillo que nos rodeaban, enormes rayas y tortugas, y cientos de peces. Me sorprendió la calma con la que los tiburones se acercaban a nosotros. Llegaron a estar a tan solo unos pocos metros de distancia, nunca mostraron agresividad y de hecho, a veces incluso mostraban curiosidad.

Bucear en el Arco de Darwin era como estar en un paraíso acuático para nosotros, pero lo que no sabíamos era que íbamos a ser las últimas personas afortunadas en ver intacto al emblemático arco.

La mañana después de salir del Arco de Darwin, mientras navegábamos a nuestro siguiente sitio de estudio, recibimos una noticia inesperada: el Arco se había derrumbado debido a la erosión natural del viento y las olas. Al principio pensamos que era una broma, o una noticia falsa, pero, en realidad, el Arco se había ido. Ninguno de nosotros podía creerlo, y una extraña sensación de pérdida se apoderó de todos nosotros.

El Arco de Darwin, el día antes de que colapsara debido a la erosión natural · Mica Stacey

El colapso del Arco me hizo reflexionar profundamente sobre la región del Pacífico Oriental en su conjunto. Si en ese momento sentíamos una sensación de pérdida tan fuerte, ¿qué sentiríamos en el momento en que el último tiburón de la Isla Darwin fuera capturado por las flotas pesqueras?

¿Y si perdiéramos a todas las especies que hacen que el Arco de Darwin sea tan icónico? Un evento geológico natural como el colapso del Arco no se puede detener, pero el colapso biológico, en este caso impulsado por la pesca industrial, la contaminación y la destrucción del hábitat en la MigraVía, puede y debe ser detenido. Estas preocupaciones permanecieron en mi mente durante varios días, confirmando una y otra vez por qué es tan urgente que le demos a la MigraVía Coco-Galápagos un respiro de todas las presiones humanas que enfrenta y aseguremos un futuro mejor para la vida marina y para los millones de personas que dependen de un océano saludable.

El camino para proteger a los tiburones y otras especies marinas de la región Oriental del Pacífico Tropical es todavía largo. Pero para el final de la expedición, aprendí cómo la colaboración multinacional y multidisciplinaria pueden marcar una diferencia real en los esfuerzos de conservación de los océanos.

Cruzar caminos con estos 21 extraordinarios expedicionarios y miembros de la tripulación me devolvió la esperanza que no sabía que había perdido.

Cada uno ha luchado durante décadas en muchos frentes —ciencia, política, educación— para exigir una mejor protección de la vida silvestre, y están enseñando a las nuevas generaciones sobre la importancia de cuidar los recursos oceánicos. Ellos eligieron posicionarse del lado del océano y sus hermosas pero vulnerables criaturas para darles una voz, y ahora, yo también elijo lo mismo.

Para el final de la expedición, Mica aprendió cómo la colaboración multinacional y multidisciplinaria pueden marcar una diferencia real en los esfuerzos de conservación de los océanos. Trabajar junto con los 21 extraordinarios expedicionarios y miembros de la tripulación le devolvieron la esperanza que no sabía que había perdido · Luis Javier Sandoval
La beca de mentoría creativa que recibí de Only One amplió mis horizontes, dándome una experiencia única en la vida que renovó mi determinación de hacer lo que esté en mis manos para proteger el océano, un paso a la vez. Espero que consideres unirte a The Tide para apoyar proyectos oceánicos vitales como nuestra expedición a la MigraVía Coco-Galápagos y así ayudar a reconstruir la vida de los océanos para las generaciones futuras.
Contributors

Mica Stacey

Bióloga y Fotógrafa de Vida Salvaje

Micaela Stacey es bióloga y fotógrafa de vida salvaje ecuatoriana, actualmente se encuentra realizando una maestría en Biodiversidad y Cambio Climático. Su pasión por el mar y la vida submarina la han llevado a especializarse en el estudio y conservación de los océanos, enfocándose principalmente en el grave problema de la contaminación por plásticos y microplásticos en los ecosistemas marinos. Actualmente Micaela está llevando a cabo un proyecto que busca determinar la presencia de microplásticos y sus contaminantes asociados en la población de mantarrayas gigantes (Mobula birostris) de Isla de la Plata, Ecuador. Utilizando sus fotografías como herramienta de divulgación, Micaela busca mostrar un mundo submarino aún desconocido para muchos y crear conciencia sobre las amenazas que enfrentan los océanos y la urgente necesidad de tomar medidas para su conservación. Micaela está convencida de que la ciencia divulgada de forma accesible, basada en el arte y la educación, es la mejor manera de promover la conservación de las especies amenazadas y su entorno.

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